Los baños en el río y en los caces de riego no dejaban de ser tradición en el verano ribereño. No obstante, muy pronto los arancetanos tendrían ocasión del chapuzón en invierno, ya que fue en diciembre de 1972 cuando quedaba inaugurada la piscina del Polideportivo Municipal.
Aranjuez, en su calidad de Real Sitio, no podía menos que tener unos notables comercios que ofrecían este exquisito y codiciado producto. Los mejores comercios dedicados a la venta de ultramarinos-coloniales disponían de su propio molino de chocolate para la elaboración del cacao destinado a la bebida.
Los ribereños se afanaban en sus quehaceres durante los días previos a las fiestas, aunque bien es cierto que con la mente ya puesta en los fastos preparados para los primeros diez días de septiembre.
A partir de la década de los ochenta con la llegada de las grandes superficies, irán desapareciendo aquellos comercios del sector de la alimentación que con su obsoleta denominación daban un toque de aventura y exotismo a la compra cotidiana de bienes de consumo.
La Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Aranjuez tiene entre sus objetivos promocionar la creación literaria y el sector del libro. Con tal cometido, y tras varios intentos abortados por la pandemia, ha puesto en marcha todo un programa de actividades
1970 da inicio a una serie de cambios transcendentales en España y que desembocarán en aquello que dio en llamarse Transición y que culminó en la democracia. En Aranjuez, en 1970 se inauguraba el edificio de Bachillerato del Colegio Apóstol Santiago.
