Fuente de Narciso.
Ubicada en el llamado “jardín Anglochino” es obra de Joaquín Dumandré durante el reinado de Carlos IV y posteriormente reformada Por Isidro González Velásquez en colaboración con Esteban Ágreda.
Al hermoso semidios Narciso lo acompaña un perro y a la espalda de ambos hay un pavo real con su plumaje desplegado, el ave simboliza la vanidad. Debajo de este grupo principal de esculturas se encuentran cuatro musculosos atlantes (Atlas es el héroe mitológico que sujeta la Tierra a sus espaldas), que sostienen el pilón con sus espaldas. Después de 1808, Isidro González de Velázquez reconstruyó los desperfectos ocasionados durante la invasión francesa, introduciendo a 4 atlantes que parecen sostener la figura de Narciso. Además se dispusieron también 4 canastillos dentro del pilón, de los que brotan 4 surtidores de agua. En este mismo lugar estuvo situada la fuente de Ceres, hoy en el jardín del Parterre.
Narciso era hijo del río Cefiso y de la ninfa Lerife; su figura se encuentra en lo alto de la fuente con actitud de sorpresa al verse reflejada su imagen en la orilla del río mientras iba de caza con arco y flechas a la espalda; su asombro es debido a que se enamoró de sí mismo al ver su propia belleza reflejada en las aguas.
Narciso
Cossiers, Jan – Museo del Prado.
Detalles de la fuente