Fuente de Ceres.

Fuente de Ceres

De Ceres provenían los bienes de la tierra; hacia Ceres se orientaban las oraciones del pueblo y el talento de los artistas. Desde los más primitivos hasta los más exquisitos, la preocupación de los escultores era fijar en la piedra la serena grandeza de la diosa de la agricultura.


Diosa de la cosecha y la fertilidad, Ceres (del griego Deméter*) ayuda a los mortales a cultivar la tierra, a uncir los animales, a arar el suelo, a sembrar y cualquier otro aspecto que propicie la agricultura. Les enseña a organizarse, fija las poblaciones nómadas, Ceres tiene un importante papel en la aparición de las ciudades (Polis). De ella reciben su nombre los cereales.

Es por tanto otra magnífica guardiana de nuestras huertas y jardines. Perteneciente al exclusivo club de las 12 divinidades olímpicas, tenía a su cargo una cuadrilla de otros tantos dioses menores que se ocupaban de los aspectos específicos de la agricultura:

• Vervactor: deja descansar la tierra (del latín barbecho).
• Reparator: la prepara.
• Imporcitor: la labra (lat. imporcare. hacer surcos).
• Insitor: la siembra (lat. insiticius. insertar,injertar).
• Obarator: ara la superficie (del lat. obaro. Labrar, arar).
• Occator: la grada (lat. occattio. Rastrillar).
• Sarritor: la escarda (lat. sarrio. Escardar).
• Subruncinator: la clarea (lat. runcinare. Labrar con la garlopa).
• Messor: cosecha la tierra (lat. messare. Segar).
• Convector: transporta lo cosechado.
• Conditor: lo almacena.
• Promitor: lo distribuye.

Habitualmente con forma de mujer hermosa, de estatura majestuosa, tez morena y cabello rubio como el trigo maduro. Con una diadema muy alta a veces coronada con espigas de trigo o amapolas, símbolo de la fecundidad. Es lógico que sea una diosa, ya que en la primitiva civilización helénica los hombres se dedicaban a la caza, la pesca y las armas, mientras que las mujeres se encargaban de las labores del campo y el hogar.

Es la nodriza del género humano y como tal posee grandes pechos. Viste túnica hasta los pies y a veces también un velo amarillo hacia atrás. Porta un haz de espigas y una antorcha encendida simbolizando la búsqueda de su hija Proserpina (gr. Perséfone) , a veces le dan un cetro, una hoz o algún otro instrumento de labranza. Habitualmente la acompañan dos niños pequeños pegados a su seno con sendos cuernos de la abundancia.

Nuestra Ceres ribereña está sentada, no tiene grandes pechos y solo posee un cuerno de la abundancia. Pero la riqueza de la huerta de Aranjuez hace que sean ocho los niños que la acompañan portando los frutos de la tierra. De los dos más cercanos uno sostiene el cuerno, del que brotan frutas entre las que destacan unas granadas. Quizá simbolizando las semillas de este fruto que su hija comió en el reino de las sombras.

Muestra unas adormideras** en su mano derecha por lo que podemos considerarla del tipo estatuario de las «Ceres iniciadas». Las espigas de trigo, vinculadas al resurgir de los frutos de la tierra, y la adormidera, al renacer a una nueva vida después de la muerte.

Otro gran grupo escultórico realizado durante el reinado de Carlos IV. Originalmente se ubicó en el Jardín del Príncipe y fue destruida por las tropas de Napoleón probablemente para fundirlas y utilizar el plomo como munición. Álvarez de Quindós nos ofrece una descripción de ella.

«En un pilón prolongado tres grupos, el de en medio representa la figura de Ceres sentada con un gran haz de espigas a su lado, y en los otros de los lados dos muchachos que sujetan unos gallos, despertadores del solícito labrador, con varios instrumentos del agosto, hoces y trillas: del manojo de espigas salen nueve caños de agua, y otros dos de los gallos, que mudan de juegos.»

Se rehizo posteriormente en 1828  probablemente por el escultor Esteban Ágreda y fue trasladada al jardín del Parterre a principios del siglo XX, donde se coloca según el diseño de Isidro González Velázquez.

Ceres y Pan de Frans Snyders

Ceres y Pan. Frans Snyders, taller de Pedro Pablo Rubens – Museo del Prado.

El estanque, es un rectángulo con dos semicírculos adosados a sus aristas menores, amplio, poco elevado y encintado en piedra de Colmenar. Lo rodea una superficie ajardinada de forma oval. Contiene tres grupos escultóricos el central es la representación de Ceres y en sus flancos son grupos de tres niños que sostienen canastos con flores. A la espalda del grupo principal se muestra una gran serpiente***, animal de la tierra (diosa telúrica) con la que se identifica, así como también, entre otros animales, con la grulla que como ave migratoria su llegada significa la época de siembra. Esta serpiente esconde la cola en símbolo de eternidad.

Fuente de Ceres Aranjuez

(*) De la raíz protoindoeuropea «ker»: crecer, crear.
(**) Cuando Proserpina fue raptada por Plutón (gr. Hades) Ceres no podía conciliar el sueño, por indicación de Zeus, comió adormideras y así pudo descansar. (Serv. A. 78. 212).
(***) La serpiente designa en general la tierra y el agua (DUMF II, p 610). Una serpiente con la cola escondida era el símbolo de la eternidad, o como la que se muerde la cola (uroboros) que designa al mundo que se rejuvenece todas las primaveras.

Detalles de la fuente