La Casa del Labrador.

Casa del Labrador ala occidental

Es un palacete concebido como lugar de recreo para jornadas o excursiones de un día, por lo cual no se la dotó de dormitorios; sus interiores son mayormente salones pensados para el ocio. Es de estilo neoclásico y está enclavado en el extremo oriental del jardín del Príncipe. Toma su nombre de una antigua casa de labranza cuya estructura fue aprovechada parcialmente en el nuevo edificio, así como algunos elementos arquitectónicos, como la escalera de servicio. Sus materiales de construcción son el ladrillo en los muros, los sillares de granito en zócalos y arcadas y la escayola introducida por Isidro González Velázquez para los elementos ornamentales.

Por impulso de Carlos IV su construcción se llevó a cabo entre los años 1794 y 1803 distinguiéndose tres fases de construcción. La primera, dirigida por Juan de Villanueva y la colaboración de sus ayudantes, Antonio López e Isidro González Velázquez. La segunda, en la quea Villanueva realiza la configuración definitiva del contenedor arquitectónico y a Jean-Démosthène Dugourc el tratamiento de los espacios interiores. En la tercera y última etapa, Isidro González Velázquez finaliza el edificio y reforma el aspecto exterior con una profusa decoración.

Casa del Labrador. Dibujo fachada.
Casa del Labrador fachada principal

De planta rectangular, está construido en tres alturas, con cubiertas de pizarra sobre cornisa saliente y presenta dos alas laterales flanqueadas, en sus lados interiores, por sendas arcadas. En el espacio comprendido entre las dos alas y la fachada principal se extiende un patio, cerrado mediante una verja y una puerta de hierro forjado. La fachada principal está rematada centralmente a la altura de la cubierta, por un escudo regio sostenido por dos ángeles y donde puede leerse: «Reinando Carlos IV. Año de MDCCCIII».

Con una profusa decoración exterior, la segunda planta presenta en los vanos de la fachada principal hornacinas con esculturas de inspiración clásica. En todas las fachadas de la tercera planta, se suceden diferentes relieves combinando motivos florales y amorcillos. Los elementos ornamentales se completan con bustos de personalidades grecorromanas, algunos traidos desde el Jardín del Rey, situados sobre las terrazas que coronan las arcadas y los pilares que sujetan la verja de hierro, que da a la fachada principal.

El interior posee una suntuosa decoración a base de sedas, estucos, bronces, mármoles, vidrios, platino y maderas nobles. Esta ornamentación se debe principalmente al interiorista Jean-Démosthène Dugourc y es notable la influencia francesa e italiana. El estilo Imperio es el más recurrente.

Patio de la Casa del Labrador

En 1846, una gran avenida del Tajo estuvo a punto de derrumbar el edificio al estar construido sobre estacas en terreno movedizo. Entre 1964 y 1968, Restituto Martín Gamo sustituyó los elementos externos dañados por chapados de falsa piedra. En 1998 se procedió a la segunda restauración, que se prolongó hasta el año 2008, después de intensas actuaciones tanto en el exterior como en el interior. Está previsto devolver a la fachada su aspecto original según un proyecto que se llevará a cabo en los próximos años.

Su interior se compone de las siguientes estancias:

  • Zaguán de entrada: situado en el ala occidental de la casa. Con la estatua sedente de María Luisa de Parma, obra en mármol blanco del escultor cordobés José Álvarez Cubero y esculpida en Roma en 1816. Esta escultura forma pareja con la escultura sedente de Carlos IV, de Ramón Barba, y que se encuentra situada en el llamado «camón» de la escalera del Palacio Real de Madrid.
  • Escalera principal: distribuye el acceso a las diferentes plantas. Realizada en 1799, siguiendo el modelo creado por Alexandre-Théodore Brongniart del Hotel Príncipe Masserano, de París (Francia), en el que se inspiró Dugourc en el diseño de sus dos tramos, semicircular hasta el piso principal y semielíptico desde este piso hasta el segundo.
  • Saleta de entrada: pavimentada con baldosas de porcelana del Buen Retiro, las cuales han ido perdiendo sus colores originales con el paso del tiempo. La bóveda está pintada con escenas mitológicas obra de Zacarías González Velázquez.
  • Sala del Billar, también conocida como Salón del Rey: con una excelente colección pictórica sobre vistas de Madrid y de los Reales Sitios. Aún se conserva el pavimento original de porcelana y los frescos de los techos son obra de Mariano Salvador Maella.
  • Galería de Estatuas: está considerada como una de las obras maestras de Dugourc, se extiende bajo una bóveda decorada con frescos alusivos a la noche, el día, el lucero del alba y la Vía Láctea, entre otros temas. El pavimento de esta dependencia es de mármol e integra seis fragmentos de mosaicos romanos, procedentes de Mérida. En el centro de la sala se encuentra un reloj monumental de bronce y mármoles que imita a la Columna de Trajano de Roma.
  • Sala de Compañía, también denominada Salón de la Colgadura de Francia y Salón de la Reina María Luisa. Cuenta con frescos cuya principal referencia es a la paz, pintados por Maella con la ayuda de su cuñado Zacarías González Velázquez. Cabe destacar de la diosa Cibeles ofreciendo a la tierra sus productos.
    González Velázquez llevó a cabo en solitario de los techos de las salas de la Yeguada (1799-1800), del Tapiz Doblado (1799-1800) y del Retrete (1801). También decoró la Saleta de Entrada (1807), la escalera de servicio (1802) y los lunetos de la ya citada Galería de las Estatuas (1806).
  • Salón Grande o Salón de Baile, es el más grande del palacete con 130 metros cuadrados de superficie. Este salón se formó de la unión de varias salas más pequeñas en 1798. La bóveda de este salón cuenta con una representación del poder de la Monarquía española en las cuatro partes del mundo pintada por Mariano Salvador Maella. Deben destacarse sus sederías con motivos pompeyanos, sus lámparas de araña francesas de bronce dorado, sus ánforas de Sèvres y sus muebles, entre los que cabe citar un sillón y una mesa de malaquita de origen ruso y estilo Luis XV, regalo del príncipe Anatole Demidoff a la reina Isabel II. El pavimento es un entarimado de madera de roble de la época de Alfonso XIII.
  • Sala del Tapiz Doblado. Debe su nombre al lienzo pintado por Zacarías González Velázquez entre 1799 y 1800 en el techo que simula un tapiz y que representa La súplica de Venus a Neptuno. Cuenta con mobiliario de distintos estilos pero que conjuntan por su policromía blanca y dorada.
  • Gabinete de Platino. En el Gabinete de Platino, dominan las caobas con incrustaciones de bronce y platino. Fue terminado en 1808 y es obra de los arquitectos e interioristas franceses Percier y Fontaine. Todo el gabinete fue construido y diseñado en Francia. El pavimento de mármoles también fue diseñado en Francia, pero fue ejecutado en España con mármoles españoles.

Estatuas de personajes mitológicos.

Diana, Minerva, Isis, Apolo, Mercurio, Selene y Endimión, Marsias el fauno y una máscara.