Matías en el corazón de Aranjuez.

Puesto de Matías en Aranjuez

Poco o nada podemos decir de Matías que no sepa cualquier ribereño de pro. Alguien bromista, risueño, simpático y algo socarrón. Alguien a quien no se le puede negar formar parte del más profundo tejido de Aranjuez. Alguien trabajador, muy trabajador y dinámico, fuese en un jardín, en el huerto o en las largas colas en su famoso puesto de bocadillos de la Plaza de Parejas, el Tronzón de las Doce Calles, el Raso de la Estrella o en el ferial del Real Cortijo de San Isidro. Chorizos, morcillas, panceta… deliciosos productos a la brasa sazonados con su mezcla secreta de especias. Una mezcla que al preguntarle si desvelaría su composición bajo amenaza de muerte, te contestaba claramente que antes muerto que decírtelo. Bueno Matías, con estas cuatro palabras queremos darte un cariñoso adiós y decirte que puedes estar seguro de que en todo momento habrá algún ribereño recordándote.