La industria de harina y pastas en Aranjuez.
La fabricación de harinas.
La fábrica de harinas El Puente fue instalada en 1829 en el emplazamiento de un anterior molino hidráulico propiedad del Real Patrimonio, situado junto al antiguo Puente de Barcas y la presa del palacio, y cuyos orígenes se remontan a épocas todavía más lejanas, siendo más que probable situar sus antecedentes productivos en esa primera generación de molinos y aceñas que funcionaron en las inmediaciones del río Tajo, al menos, desde mediados del siglo XVI.
Esta instalación se ampliará, en 1868, a 22 piedras de molienda, con sistema de molienda austro-húngaro, convirtiéndose a finales de siglo en central eléctrica, cuyas instalaciones han sido demolidas. A finales del siglo XIX, conocida ya como la «fábrica de harinas del Puente Colgante», la explotación era considerada como una de las fábricas más importantes en el ámbito nacional, precisamente por la calidad de sus harinas.
Se añadirá en 1873 una segunda fábrica, construida por el francés Michalón, ampliada a ocho piedras el año siguiente y emplazada al final de la calle de la Huelga donde hoy perduran sus instalaciones. Recibe el nombre de Fábrica de harinas de Enrique Mejías, nombre del propietario que se hará con ella a finales del siglo, distinguiéndose un primer cuerpo más antiguo de otro edificio resultado de la ampliación. Esta harinera estaba equipada con los más modernos elementos técnicos de fabricación: molinos de cilindros alimentados por dos turbinas, trituradores (Daverio) y compresores mecánicos, cernedores (Plansichter), sasores, cepilladora, satinadora, ventiladores, etc. Su producción alcanzaba los doscientos sacos de harina diarios.
La fabricación de pastas alimenticias.
La ubicación en el Real sitio de Aranjuez de dos harineras y la calidad de su producción derivó en una industria dedicada a las pastas para sopa de las cuales tenemos dos notables referencias. «La Genovesa», una industria que se distiguió por su fabricación de pastas para sopas, en un principio regentada por Juan de La Fuente y posteriormente por su viuda e hijos. En aquellos momentos «La Genovesa» por su variedad y excelente producto, exportaba a otras regiones de España.
Mostramos un anuncio de esta industria realizado a principios del siglo XX en cartulina litografiada en relieve que representa a una joven campesina con un racimo de espigas y flores y vestida en traje típico probablemente de Génova, rodeada de flores, paquetes de los productos, etc. Con un eslógan muy propio de aquella época: “¡No tienen rival!”.
Otra fábrica de pastas fue «El Ancora» regentada por Lucas de Arana y Cía. Estos negocios se ubicaban en la carretera de Andalucía (números 8 – 22) y el la calle Capitán 48.
Curiosamente estas empresas contaban además con unas comercializadoras de frutos coloniales y ultramarinos. Arriba y a continuación se muestran algunos membretes y elementos de merchandising tales como un pay-pay de El Áncora, un calendario y una bandeja de La Genovesa.