En comparación con otras fuentes de los Jardines es un conjunto sencillo pero de bella y elegante factura. Está formado por dos infantiles tritones (figuras humanas con cola de pescado en lugar de piernas). Estos sujetan con sus brazos a un cisne por el cuello que con su pico en alto puede escupir agua a una altura de más de 5 metros. Estas figuras reposan sobre dos grandes conchas marinas, y a su vez sobre una pila de rocas y caracolas. Estas figuras están realizadas en mármol blanco.

En el borde del pilón mayor de la fuente hay unas cabezas hechas de plomo fundido, de aquí deriva el nombre de la Fuente de las Cabezas. Hay, además, un total de trece chorros de los que mana el agua que parten de las cabezas y del pico del cisne. Esta obra se realizó durante el reinado de Carlos IV y fue restaurada más tarde por Fernando VII.

Durante más de ciento cincuenta años faltaron las ocho cabezas que desde el borde del vaso principal, escupían agua hacia el centro de la fuente y daban nombre al conjunto.

Detalles de la fuente