Fiestas de Aranjuez - Año 1988.
Un pregón por seguidillas.
Una de esas estampas que salpican los jardines de nuestra ciudad -en este caso el entorno del Espinario- se convierte en portada del programa de las Fiestas de San Fernando de 1989, dando paso a una portada más sofisticada en el programa de las Fiestas del Motín, consolidadas ya en la tradición de los ribereños por aquellos años.




Las Fiestas del Motín de 1989 contaron con un Amotinado Mayor de excepción: Joan Manuel Serrat. El cantautor catalán, responsable de composiciones incluidas ya en el cancionero popular, como Mediterráneo, se despachó con un pregón por seguidillas que hizo las delicias del respetable: «Que si el Rey Carlos era un paquete, nos dio bien por el saco Fernando Siete». Por cierto, en 1989 estrenamos nueva figura festiva: la Maja Goyesca, que encarnó Massiel, la del Lalalá.
Con salto de la garrocha.
El vino caldeaba los ánimos, un año más, en la taberna del Tío Malayerba entre los versos del poeta, las frascas y los cachetes en el rotundo trasero de la Mariminguilla y las algaradas promovidas por el Tío Pedro. Motín en estado puro. Los encierros juntaban en la plaza a los madrugadores y a los trasnochadores, que volvían a reunirse después ante los churros de Isabelo o de la Grego. Y por la tarde a la Goyesca, donde se lidia a los toros tal y como los pintó don Francisco, el de Goya y Lucientes.







Salto de la garrocha incluido. Manda la tradición, impuesta en tiempos de Carlos IV, de que antes de empiece la corrida sea el pueblo el que haga el paseíllo en el ruedo, dando fe de que el piso está en condiciones de celebración.





Las rondallas y charangas alegraban los pasacalles que recorrían las calles del centro con sus acordes festivos, vitoreados por las peñas. La del Manojo, con Carlos Toledo al frente, baila al son de la música en un nuevo arranque festivo.
