Fiestas de Aranjuez - Año 1966.
El escudo de Manuel Saavedra.
En 1966 los ribereños habían celebrado un sencillo pero sentido homenaje al pintor Santiago Rusiñol, el que mejor plasmara en sus lienzos los Jardines de Aranjuez. En verano – era prescripción en la época – habían celebrado el 18 de julio en el entorno del Rancho Grande, con chapuzón incluido en las aguas del Tajo. La ciudad vivía de cara al río y eso se notaba cada verano. El Generalísimo cazaba patos en él, desde una barquita que recorría el Tajo arriba y abajo.
El programa de las Ferias y Fiestas de 1966 es un sencillo homenaje al Escudo del Real Sitio y Villa de Aranjuez en el décimo aniversario de su aprobación por el Consejo de Ministros, tras su creación y diseño por uno de esos hombres entrañables que supo dejar su impronta en la ciudad: Manuel Saavedra. La Cruz de Santiago, el río Tajo y el Palacio conforman los tres elementos claves del escudo ribereño, coronado con toque regio digno de un Real Sitio como el de Aranjuez. En aquellas fiestas no faltaron ni los caballitos de los niños ni las carreras ciclistas por las carreteras del entorno.
En mayo, la princesa Sofía y su cuñada, la infanta Pilar asistieron a la corrida en la que participaron el «Viti», el «Pireo» y Palomo Linares, abriendo la temporada de toros en la plaza de Aranjuez.
Calor, calor y calor en las corridas que en el Real Sitio se llevaron a efecto esas tardes de fiestas, con los tendidos llenos de público entre los que vimos a muy buenos aficionados madrileños. La corrida estrella fue con la terna de espadas integrada por Paco Camino, José Manuel Inchausti “Tinín” y Francisco Rivera “Paquirri”, los cuales pasaportaron un encierro de Benítez Cubero que dió un regular juego, fueron los mejores los lidiados en tercero y sexto lugar, siendo merecedor el que cerró plaza, de la vuelta al ruedo.
