Fiestas de Aranjuez - Año 1982.
1982 fue el año de los mundiales en España -cuya final ganaron los italianos-, el año de Naranjito y el año en que Felipe González llegó a La Moncloa para quedarse durante 14 años. 1982 fue el año de los mundiales en España -cuya final ganaron los italianos-, el año de Naranjito y el año en que Felipe González llegó a La Moncloa para quedarse durante 14 años. El Aranjuez C.F. quedó 1º de su grupo en 3ª División, si bien no consiguió el ascenso a 2ªB. La alineación de la temporada 1983-83 fue: Amieiro, Mendívil, Lucena, López, Ríos y Serna; Figueroa I, Javi, Panocha, Emilio y Figueroa II.
Los caballitos y cachivaches siguen siendo la principal atracción para los más pequeños en las fiestas, que en su día también tuvieron a los gigantes y cabezudos que recorrían las principales calles de la ciudad. Las atracciones han evolucionado con los años, pero las más atractivas siguen siendo los tradicionales tiovivos y carruseles, salpicados de corceles, aviones y coches de carreras.
Las primeras Fiestas del Motín.
Nacían como tal las primeras Fiestas del Motín. Cientos de ribereños y ribereñas se ataviaban a la antigua usanza para recrear los hechos acaecidos en marzo de 1808. Entonces se amotinaron contra Godoy, el valido del Rey Carlos IV, en 1982 lo hicieron contra el aburrimiento y a favor de la diversión. Echando mano de la idea original de Avelino Hernández y bajo la sabia batuta de Paco Carrillo, los ribereños encontraron en la historia un buen argumento para sus fiestas, declaradas años después de Interés Turístico Nacional.
Avelino Hernández.
Uno de los colaboradores con que, allá por 1982, contaba el Ayuntamiento de Aranjuez era el poeta soriano Avelino Hernández. Fue él quien echó mano de la historia para hacer del Motín de Aranjuez motivo de fiesta. Aquellas primeras ediciones de El Motín de Aranjuez eran representaciones más anárquicas, en las que no faltaban saltimbanquis y titiriteros que contaban a propios y extraños aquel capítulo tan sonado de nuestra historia.
Con los años, la representación de El Motín ha crecido en calidad y en vistosidad, pero sigue manteniendo vivo el espíritu que lo vio nacer: el de la alegría y el de la rebelión cívica que rompía con el pasado, con una forma de vivir guiada por la vara de los de arriba. Y lo más importante, sigue siendo la fiesta del pueblo, son los vecinos los que se suben a las tablas, los que divierten y se divierten y los que reciben el aplauso del resto. Son las Fiestas del Motín, las fiestas del pueblo.
¡Abre la muralla!
No solo de caballitos vive el niño durante las fiestas ribereñas. Los pasacalles y los desfiles de gigantes y cabezudos marcaron la tendencia de los años 80, en los que tampoco faltaron el teatro infantil en la Casa del Pueblo los juegos populares en los barrios de la ciudad. Kike, Luis, Emilio y Alex eran los componentes de Cáñamo, el grupo de se hizo con el primer puesto del Concurso de Canción Ligera de Aranjuez organizado en 1982.
Una de las parejas artísticas más destacadas del momento llegaba a Aranjuez para presentar un espectáculo con el que habían arrasado en las Fiestas de San Isidro en Madrid: «Víctor y Ana» en vivo era el título de un concierto que incluía éxitos como La muralla o Quiero abrazarte tanto. 25 años después ambos regresaron, esta vez al escenario de la Plaza de La Mariblanca.