Fiestas de Aranjuez - Año 1976.
En 1976, primera etapa del reinado de Juan Carlos I, España empieza a trazar el camino de la democracia. El nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno y con la aprobación de la Ley de Reforma Política son los dos principales acontecimientos que vive nuestro país en 1976 y que desembocarán en la Constitución de 1978.
Los ribereños están alerta y dan muestra de ello ante los primeros conflictos laborales en Lever. No son ajenos a cada movimiento político y sindical, pero sí que encuentran un par de semanas al año para la fiesta y el disfrute.
Pionero San Fernando.
La ciudad honra a San Fernando el 30 de mayo, con un programa festivo pionero cuya portada es ilustrada por una imagen clásica de Aranjuez, la del Jardín de la Isla.
Se celebran en Aranjuez la contrarreloj por equipos del Campeonato de España de ciclismo junior y el Raphel Nacional del Tajo. Y para septiembre, más feria. Presidiendo el cartel, en este caso, la fuente de La Mariblanca.
Luces de resaca.
Pocas cosas malas tiene una buena fiesta más allá de la resaca. Esa resaca se deja sentir cada año en las calles y plazas del Real Sitio una vez que los fuegos artificiales – aquí somos más dados a hablar de la pólvora – estallan en el cielo ribereño y dan por concluidos los fastos. La calle Stuart, retratada en la imagen superior, es buen ejemplo de cómo los ribereños se recogen tras la juerga enfilando a las Cuatro Esquinas.
Atrás quedan los bailes, las copas y las risas. Las miradas furtivas y el brindis por el nuevo curso. En el suelo se arremolinan junto a los bordillos los confetis y serpentinas de la cabalgata, los envoltorios de los churros de la feria y los últimos bostezos que les asaltan antes de coger la cama. Hasta que llegan a casa, son los arcos de luz que cuelgan de las balconadas los que les guían en el camino. Son las luces de la resaca.